Guaguancó triste: un canto a la esperanza

¿Cómo surgió tan melancólica letra? ¿Quiénes estuvieron en los arreglos musicales? ¿cómo se gestionó su grabación a principios de los años 70?

Audioslave en Cuba: la historia

Este concierto sucedió 24 años después de la presentación del grupo estadounidense de ska y reggae Fabulous Titans en 1981

Ely Besalel: el genio de las carátulas

El diseñador barranquillero se destacó como uno de los grandes referentes en un cerrado círculo como el diseño de carátulas

El origen del mototaxismo en Barranquilla

Ante una constante economía informal y paralela en Colombia, el mototaxismo surgió como un medio ilegal pero legítimo para solventar la carencia de transporte

Sor Magaly: la monja rojiblanca

Un breve repaso sobre cómo surgió su pasión por la escuadra rojiblanca que despierta odios desbocados y amores desdichados

Días de Radio: apreciación a la expresión oral



El filme Días de radio (1987) señala la importancia de factores como la respiración y la voz a la hora de dirigirse a un público determinadoasí como identificar su poder y aprovecharlo para el desempeño personal, profesional y laboral. 

La cinta dirigida por el director estadounidense Woody Allen, retrata los hechos históricos que marcaron a la radio en el siglo XX – especialmente en los años 40 - y el papel que jugó ésta para convertirse en un estímulo y respuesta entre la sociedad. Radionovelas como La Guerra de los Mundos, II Guerra Mundial, las crónicas de vida, la historias de súper héroes, entre otros; proponen la reconstrucción de la radio, como principal medio de comunicación que informa, educa y entretiene.

Woody Allen, director norteamericano. Foto: IndieWire

La importancia de la voz en la película, se percibe en cuatro fases – particularmente como concibo – en primera instancia, durante la radionovela protagonizada por Orson Wells llamada La guerra entre mundos; la cual a través de la sofisticada voz del actor estadounidense logró un efecto social importante en la sociedad norteamericana de aquella época, puesto que generó una sensación de temor e incertidumbre por una posible invasión de seres extraterrestres al planeta Tierra.

En segundo lugar, la propaganda del gobierno norteamericano a través de la prensa, prontamente se forjaría en la radio, con las voces del llamado a combatir y defender a los Estados Unidos de la amenaza de Japón ante un posible ataque, por parte de los dirigentes encabezados por el presidente Franklin Delano Roosevelt. Hecho que se efectuó en diciembre 7 de 1941, cuando fuerzas del país asiático atacaron la base militar norteamericana ubicada en el pacífico llamada Pearl Harbor.  

Asimismo, la aparición de la publicidad radial, la voz cautivante y persuasiva que generó estímulo entre la sociedad que no dudó en desatar el consumo y poder adquisitivo entre las familias norteamericanas. La voz, tiene su importancia y por tanto, concede a ser un garante en la posición de la marca de un producto.

Y por último, cabe destacar que el personaje de Sally White en la trama de la película tiene un propósito – y lo logra - de convertirse de vendedora de cigarrillos a una estrella radiofónica. Sin embargo, cuando su deseo parece hacérsele realidad, la voz no le ayuda a mucho para generar persuasión y emotividad ante el oyente, por lo cual decide tomar clases de dicción para mejorar su voz que la ayude como profesional y así posicionarse laboralmente con el fin de poder realizar un comercial con su voz, y luego protagonizar una radio novela.

Teniendo en cuenta lo anterior, se deduce que la voz es una de las arquitectas idóneas para la construcción de radiofonías en un espacio y tiempo sonoro. Asimismo, se debe señalar que la dicción, léxico y lenguaje se convierten en el motor para lograr un empoderamiento radial ante el público a quien se va a comunicar.


REFERENCIAS

Durán, V. Radio Days of Woody Allen. http://fama2.us.es/fco/frame/frame3/estudios/1.17.pdf


Los actos no protocolarios de Knight

William Knight fue uno de los delanteros más destacados que tuvo el onceno tiburón durante la década de los 80 y  quien vivió un episodio que se quedó como anécdota para la hinchada juniorista.

En 1983, Atlético Junior hizo un brillante torneo anotando más de 100 goles pero quedaría subcampeón ese año por esos infortunios del fútbol, ante la poderosa escuadra de América de Cali. En ese onceno figuraban Edgardo ‘Patón’ Bauza, Luis Grau, Carlos Babington, Omar Galván, Fernando Fiorillo y otros.

Junior de Barranquilla. Año 1983



Entre esos jugadores participes de la centenaria cifra, estaba William Knight. Un  joven antioqueño nacido en el municipio de El Bagre quien jugó 193 partidos con Junior y anotó 48 goles como delantero.

Sin embargo, durante un partido de visitante ante Deportivo Pereira, en la Perla del Otún; a Knight le ocurrió un episodio cómico y flatulento que quedó en la memoria colectiva de los hinchas de antaño.

Todo sucedió cuando  antes del partido, el delantero antioqueño se comió unas butifarras a toda prisa y con cuero incluido para no ser sorprendido por los hermanos Solari (Jorge, técnico, y Eduardo, preparador físico, de nacionalidad argentina). La butifarra es un embutido típico del Caribe Colombiano que tiene carne, ajo y pimienta.

Knight, no pensó que dichas butifarras le iban producir malestar estomacal. Cuando empezó el calentamiento le comentó al aguerrido defensor barranquillero Dulio Miranda, lo que sentía y éste le dijo: “Eche, pero ves al baño y descarga”. El atacante fue al baño dos veces, pero no pudo “descargar”.

Atlético Junior saltó al campo y en pleno himno nacional, Knight sintió que “bajó lo que era”. Habló con el árbitro de aquel partido, -Alirio Blanquiceth- quien le concedió permiso para ir al vestuario tiburón e intentar hacer su necesidad fisiológica. Para su mala fortuna, cuando iba a emprender su carrera sonó enseguida el himno de Barranquilla y le tocó quedarse.


Con esas ganas enormes de ir al baño, el balón empezaría a rodar. Le tiraron un pelotazo, pero ni siquiera Knight hizo el intento por buscar el balón. El público presente en el estadio de la Perla del Otún lo notó y lo empezarían a presionar.

Knight, volvería a hablar con el árbitro y el juez de línea; éstos concordaron que él, podía ir al vestuario cuando la pelota saliera del campo, pero este momento se tardó varios minutos. “Comenzamos una tocata brava, como la del Barcelona, y esa bola no salía”, le manifestó Knight al diario local El Heraldo que años después le realizó una entrevista donde se recordaron tantas cosas.



Cuando la pelota salió del terreno de juego, William Knight entró al vestuario y pudo realizar su necesidad fisiológica. El episodio no terminaría ahí. El ex atacante manifiesta entre risas, que no se limpió “porque no quería que el público asistente pensara que había entrado al baño”. Entró inmediatamente al terreno de juego, pero recuerda que el locutor barranquillero Hugo Illera le dio a entender al legendario narrador Édgar Perea lo que le había sucedido al jugador. Perea dijo entonces en su transmisión radial, de forma cómica y picante: “Ahí ingresa otra vez Willy Knight, caballero ya está livianito”.

El barranquillero Juan Carlos Abello, otro jugador que se destacó en aquella década y quién estaba en el banco de suplentes; fue el que se dio cuenta sobre la situación de Knight que no se había limpiado y lo gritó a los cuatro vientos el episodio. A los pocos minutos, Knight marcó un gol con golpe de cabeza, pero por el olor que emanaba nadie corrió a abrazarlo.

William Knight. Foto: El Heraldo

Sin duda alguna, este episodio es una anécdota más para el bestiario del fútbol profesional colombiano. Knight después de su retiro del fútbol, quedó ligado al deporte y se ha desempeñado como entrenador de divisiones inferiores de Junior de Barranquilla y otras escuelas de formación deportiva en la Costa.

Fuente: El Heraldo

Elementos y características de la programación radial

La programación radial consiste en tener en cuenta qué se va a comunicar o difundir a una colectividad compuesta por diferentes grupos heterogéneos que poseen diversas características sociales geográficas, educativas, económicas, políticas, religiosas e intelectuales.

De igual forma es pensar en el radioescucha durante la recepción y su actividad como tal.

Programar es un ensamble de espacios radiales que se colocan por yuxtaposición, en donde diversas personas trabajan o elaboran, sean locutores, ingenieros, músicos, escritores, publicistas, periodistas, etc. Pertenece a ese proceso social en el que un comunicador rescata o influye en un auditorio – audiencia – mediante características, tales como:

Símbolos: estímulos producidos por el comunicador y captados por el receptor. Pueden ser símbolos auditivos y orales.

El significado: respuesta similar que tiene un comunicador y perceptor cuando de ordinario, lo asocian a un mismo contexto.

Respuesta: conducta especifica rescatada por los símbolos, con diferentes manifestaciones: imágenes, ideas o reacciones físicas.

Retroalimentación: vehículo por el cual el comunicador puede corroborar si su mensaje fue interpretado adecuadamente o no. Esta se puede obtener mediante revisión a los diferentes canales feedback que posea una organización radial o programa radial.

Revisión: acción que desarrolla el comunicador para modificar los símbolos que rescaten las respuestas buscadas. Es decir, analizar observaciones que realicen los receptores o entidad que regule difusión de contenidos radiales.

Redundancia: es el hecho de usar reiteradamente diferentes tipos de símbolos con significados similares. En este sentido los pisadores (placas), jingles y spot, que se emiten en la estación radial como forma de promoción y posicionamiento de la marca.

Repetición: la impone el comunicador tratando de enviar nuevamente el mensaje cuando cree que no ha sido captado. NO es igual a redundancia y sólo se limita a reiterar el mensaje para generar recordación a un plazo.

Recepción simbólica: es un aspecto esencial en la comunicación. Puede ser inadecuada, debido a la falta de comunicación o atención. Sin embargo, es el índice para verificar que tan legítima es la marca de un programa o estación radial.

Motivación: aquella que atrae la atención de muchas maneras, a través de estímulos simbólicos, sonoros, dádivas y culturales.


Elementos programáticos

Existen estos tres elementos, dentro de la radiodifusión que se encuentran muy ligados y deben ser perfectamente diferenciados: programación, continuidad y tráfico.
Programación: proceso de combinar varias unidades de entretenimiento y comerciales dentro de un programa completo en sí mismo.

Continuidad: serie unida o sucesión no espaciada de los elementos que integran la programación de una radioemisora expresados en tiempos. En este caso, segmentado por franjas horarias (matinal, vespertina y nocturna).

Tráfico: corresponde al ordenamiento y distribución de los comerciales dentro de la programación. Se mide por duración y rating verificado por diversos estudios de audiencia.

Técnicas de programación

Extensión: secuencia de pequeñas unidades de extensión variable. De corta duración, spots, cuñas o menciones. De mayor duración, programas.

El corte comercial: expresión regulada por la respectiva legislación de cada país, referente a letras nominales que caracterizan la estación, seguidas del nombre de la ciudad o localidad en donde se sitúa la estación radial.

El disco y corte comercial: proporciones de los discos compactos o vinilos, al igual que la lista de programación de los mismos mediante una bitácora diaria que sirve como registro de programación.

Frecuencia: el número de veces o días en que se transmite o emite un programa. Ante la aparición de las nuevas tecnologías, se debe tener en cuenta el número de reproducciones y descargas de un podcast.



Secuencia vertical: las veces que aparece un programa en un día de horario. En este caso, los flashes informativos y resumen de noticias que pueden emitirse cada 30 minutos u hora.

Programa radial en vivo. Wikimedia Commons


Secuencia horizontal: los programas que aparecen a la misma hora en diferentes días, que poseen la secuencia horizontal. Es decir, los informativos, magazines, debates y tertulias.

Yuxtaposición: alternación en los horarios de programas, con el fin de atraer nuevos y mantener receptores. Esto sucede en ciertos períodos del año como Navidad, Año Nuevo, fiestas tradicionales y eventos especiales de carácter político, deportivo o religioso. 

REFERENCIAS

De Anda y Ramos, Francisco . La radio, el despertar del gigante. Ediciones Trillas. Ciudad de México, México. 2003.

¿Y si el Indio Solari hubiese jugado fútbol?



Carlos Solari, vocalista de una de las bandas más influyentes del rock argentino es hincha del fútbol, mueve su pasión por el Xeneize y nos hace surgir el interrogante ¿y si hubiese jugado futbolista? Acá, te lo contamos a manera de ficción.

El mundo es redondo. La bola es redonda. Solari en la música, hace ver en el fútbol a Los Redondos. Un Patricio Rey que mira desde la televisión como en el fútbol, actos de corrupción y violencia; marchitan y pudren los sueños de los jóvenes humildes, o como lo fue Solari en su momento, El pibe de los astilleros.

Solari, un xeneize de puño y alma. Mediocampista zurdo y leñador. Conocido según la prensa como la bestia pop. El Indio piensa, que dicho apodo es una etiqueta negra. Un jugador enigmático que lleva la casaca puesta con el número 6. Surgido de la cantera boquense, inspirado en el río y la furia de La Bombonera,su casa.

La Bombonera. Estadio de Boca Juniors

Su debut fue en las canchas de barrio, al lado de su amigo y compañero de creación, Skay Bellinson. Mientras él fue fichado por la escuadra xeneize, Bellinson se fue para Gimnasia y Esgrima de La Plata. 

Cada domingo, el Indio Solari se vuelve crack por antonomasia. Es un ángel para tu soledad y de muchos chicos que sueñan ser igual que él. Sin embargo, tanta adoración y venia, le causa estupor.

-          Yo no me caí del cielo – le dice a los chicos canteranos que lo miran en complicidad, durante una charla suscitada.

 En algún momento y punto en el tiempo, Solari se junta con toda la camada xeneize. Dicho hecho, fue en el nuevo milenio de la humanidad. Año 2000, aquel Boca Juniors de Bianchi, mágico y legendario, que logró colgar a Suramérica en lo alto del balompié mundial. La bandola conformada por Córdoba, Basualdo, Serna, Ibarra, Bermúdez, Arruabarena, Battaglia, Riquelme y Palermo. Una Columna vertebral que enfrentaría al clásico rival, River Plate.

No lo soñé, entre risas Jijiji antes de saltar a la cancha para jugar con el eterno oponente de la banda cruzada. Riquelme, su gran cómplice, le baja los nervios con palabras cortas y concisas. “Un clásico, es un clásico”. Eso sí, le despejo esas arandelas cautelosas a Solari.
En la tribuna está Susanita, su groupie. Su hincha fiel, le aguarda y lo alienta, diciéndole que hoy él y su bandola de magos, puede ser vencedores vencidos sino dejan su alma en la cancha. La 12 alienta y los 22 saltan. El día esperado, llegó. No fue un perro dinamita, que aparece intempestivamente.

Un partido que fue todo un palo; en la cancha, Spinetta y Charly García, le robarían su protagonismo. Sin embargo, ninguno de los dos, lo opacaron. El Indio, tiene un poco de amor francés con sus rivales contrarios. A los demás, los miraba como aquella solitaria vaca cubana, perdidos en el pasto de la cancha de La Boca.

Portada El Gráfico. Superclásico River Plata - Boca Juniors

3x3. Vibrante y épico, que se suma a la historia de superclásicos en duelos oficiales. Un brillante partido para un jugador que sostiene su premisa, el lujo es vulgaridad. Curiosamente, no anotó gol.

Solari y Boca, son como La Hija del Telégrafo, una relación en que se dice cualquier cosa. La distancia con Macri – presidente en aquel entonces – pero la cercanía con la hinchada, lo hacen ángel y demonio.  Evade la prensa, pero cuando le toca responder, prefiere ser conciso y enunciar una frase:

-         El infierno está encantador


 Solari, nacido en la tierra de Entre Ríos, es el ídolo. Se despide de la multitud y vive, cada entrenamiento y cada partido. En sus tiempos libres, lee prensa, donde ve en los titulares que todo preso es político y la sociedad vive Mariposa Pontiac.

Carlos 'Indio' Solari. Foto: argnoticias

Todo un personaje. Solari, no sólo es un jugador, también busca un ángel para tu soledad para que busque tus juguetes perdidos.

¡Crack! 

¿Y si Camus hubiese sido futbolista?


Albert Camus, uno de los más grandes intelectuales del pasado siglo XX, no ocultó jamás su pasión por el deporte rey, que ha generado odios para sus similares y amores para el vulgo. El existencialista tuvo al fútbol como una de sus grandes pasiones, pero sus cuestionamientos sobre la vida y los problemas filosóficos del hombre, lo alejaron de la portería para colocarlo frente al papel y la pluma.

Ejemplar El Extranjero

Basta con leer sobre la vida y obra de este gran escritor, ensayista, filósofo y periodista de origen argelino. El hombre que bautizó al periodismo como “el oficio más bello del mundo, aparte de ser un genio en las letras, gracias a sus libros publicados – El extranjero – también fue un gran aficionado al fútbol.

Tanto lo fue, que durante su juventud estuvo a punto de ser arquero profesional, pero una tuberculosis frenó el motor de su andanza con la esférica. Pues al fin y al cabo, como sentenció en uno de sus famosos escritos “aprendí que la pelota nunca viene hacia uno por donde uno espera que venga,  eso me ayudó mucho en la vida, sobre todo en las grandes ciudades, donde la gente no suele ser siempre lo que se dice derecha”, sostenía Camus.



El ganador del Premio Nobel de Literatura en 1957, desde las letras tuvo la oportunidad de volver a escribir sus remembranzas y epopeyas que le originaron tener un sentimiento desbordado por la esférica, gracias a su escrito “lo que le debo al fútbol” publicado en la revista cultural argentina La Maga, durante 1966. Hincha de Racing de Avellaneda, gracias a que esta escuadra y sus colores le hacía recordar susañoranzas universitarias e inicios bajo los tres palos. Vaticinaba sobre la Academia “juega científicamente, pierde partidos que debería ganar”.

Foto tomada de Toutelaculture.com
Y tan académico fue, que durante su etapa universitaria cuando debutaba como portero del onceno oficial en la Universidad de Argel (Argelia), encontró un peldaño de su existencia mediante este deporte. Cuando Camus afirmaba “el mundo me ha permitido variadas experiencias, lo que más sé, a la larga, acerca de moral y de las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol”, lo hacía para diferir de intelectuales quienes hacen críticas constantes a lo que representa el deporte, por servir de arma manipuladora de los gobiernos y opio como la religión para el vulgo. Una antítesis a Borges cuando sentenció en las instalaciones de una famosa biblioteca bonaerense: “el fútbol es universal, porque la estupidez es universal”.


Camus tenía altos reflejos con ojos sumamente críticos sobre la sociedad de los tres palos (salud, dinero y amor), un achique a la existencia humana y bien posicionado en la 50/50 al indagar sobre aspectos que la sociedad del consumo. Tenía habilidades para un gran arquero; habría hecho una gran labor para el mundo del fútbol, gracias a estas habilidades técnicas abordadas desde la metáfora. Un jugador de clase y entretenido, que habría sembrado en este bello deporte, más gladiadores de la psiquis, que objetos cosificados al consumo y moralistas mercantilizados, que cada día tiene a jugadores con “código de barras” en el césped. Si Camus estuviese vivo, tendría profundas discrepancias con el fútbol moderno ante el absurdismo de sus dimensiones deportivas y financieras.



No nació para la derrota ni tampoco para la victoria pero sí para buscar alegoría y la belleza que escondían ambas caras de la moneda: “después de todo, era por eso que quería tanto a mi equipo, no solo por la alegría de la victoria cuando estaba combinada con la fatiga que sigue al esfuerzo, sino también por el estúpido deseo de llorar en las noches luego de cada derrota”.

Calle Albert Camus en La Coruña (España)

Camus, el autor de La Peste, fue el existencialista del fútbol que nunca germinó en el gramado de una cancha pero quedó inmortalizado en las letras universales que perduran aún en nuestro presente. Grosso modo, El Extranjero que no fue profeta en la tierra de su pasión.


“No hay lugar en el mundo en que un hombre pueda sentirse más contento que en un estadio de fútbol

El origen del mototaxismo en Barranquilla

mototaxismo en barranquilla


Historia del mototaxismo en Barranquilla


El reconocido periodista y abogado sucreño Camilo Monroy Romero (q.e.p.d) en su libro Reportaje a Barranquilla (2010) recopiló una historia sobre la posible génesis del mototaxismo en la capital del Atlántico. Este relato lo tomó de la sección Cartas de Lectores en el periódico local El Heraldo.

Ante una constante economía informal y paralela en Colombia, el mototaxismo surgió como un medio ilegal pero legítimo para solventar la carencia de transporte y acceso a zonas difíciles en las ciudades principales de la Costa Colombiana. También para abaratar costos del ciudadano a la hora de movilizarse de un punto a otro.


Portada


En este libro, Monroy sostiene que: “una joven universitaria de nombre Jazmín, que iba a retrasada para asistir a clases, participó en Barranquilla, sin sospecharlo, en la ‘creación e inauguración’ del hoy vilipendiado y, aun así, popularizado sistema de transporte conocido en todo el país con el nombre combinado de ‘mototaxismo’, porque el conductor de una motocicleta cobra una modesta suma por trasladar de un sitio a otro al ciudadano pobre, a la manera de un taxi barato…” (2010, p.72).

Contraportada con reseña del autor

Cabe destacar el sector donde surgió esta nueva forma de transporte, Monroy asegura que: “dice un vecino del populoso barrio El Valle de Barranquilla, Robinson Ferreira, que él es testigo de excepción de este ‘nacimiento’, junto a con unos inmancables concurrentes a la esquina del conocido Mi Kioskito parrandeadero del Carnaval de la carrera 21 con calle 68, inmortalizado por varios aires musicales de afamados compositores” (2010, p.72).

El Valle es uno de los barrios más tradicionales en la localidad Suroccidente de Barranquilla. Reconocido epicentro de la población afrodescendiente en la ciudad y donde se encontraba ubicado el desaparecido sitio de rumba Mi Kioskito, hoy convertido en una estación de gasolina.

Lugar de Mi Kioskito, hoy estación de gasolina. Google Maps

No obstante, décadas atrás no tenía buen servicio de transporte ante deficiente infraestructura vial. Por eso, Monroy también afirma: “transcurría el año 1990, dice el precitado ‘testigo de excepción’ y en esa esquina estaba apostado, una mañana de la citada anualidad, al lado de su destartalada motocicleta, un vecino de por allí de nombre Alfonso Guzmán, quien al ver la prisa de la joven Jazmín por llegar a la universidad y ante la ausencia de buses por el momento le ofreció ‘hacerle la carrera’ y la alentó diciéndole: “Me pagas menos de lo que le pagarías a un taxi y te llevo más rápido” y al aceptar la muchacha , quedó fundado en la práctica el ‘mototaxismo’…” (2010, p.72).

Te puede interesar >> El Preso: un himno contra la represión

Teniendo en cuenta lo anterior, esta sería la primera piedra para construir un polémico y discutido sistema de transporte que a lo largo de la última década ha sido motivo de debates en la esfera pública. Asegura el periodista sucreño que la práctica se volvió cotidiana. “… porque de ahí en adelante Alfonso Guzmán, conocido también con el alias de ‘El Chacal’, estableció en la esquina de Mi Kioskito, su punto de referencia o ‘Estación’, a donde al ver el éxito alcanzado, se le agregaron otros motociclistas y el modelo fue replicándose por toda la ciudad y luego por todo el país”. (Monroy, 2010).


Consecuente a lo anterior, se deduce que el mototaxismo como forma de transporte en Barranquilla, lleva dos décadas generando controversias, proliferación irregular del uso de la motocicleta y medidas de choque que no han solucionado otras problemáticas como la movilidad, inseguridad y empleo en una urbe donde el popular "rebusque" hace parte de la economía informal que registra cifras escandalosas según DANE.  

Reportaje a Barranquilla
Autor: Camilo Monroy Romero (q.e.p.d)
Registro ISBN: 978-958-44-7872-6

Cortos memorandos

Cuando la ciudad duerme (1993) 
Claudio de Lorena



Teme a la luz quién brilla en la oscuridad y ejerce poder sobre los cuerpos desde lo clandestino. Teme a la luz, quién no hace apología a sus sueños y se exilia en el fracaso. Teme a la luz quién se aproxima a lo que odia y aleja cobardemente a lo que ama. 


  Y un 18 de abril... (2013) 
Enamorados. Ismael Nery



 Ahora, si bien lo nuestro fue una milésima en el tiempo, lo cierto es que fueron las milésimas que pasaron a ser horas y días enteros, haciendo un lustro cada beso, y un siglo lo fuese cada encuentro furtivo, de esos que son anónimos sin héroes ni heroínas.


Diálogos (2009) 


 A nosotros, no nos abrazó la muerte, sólo estrechamos la mano con la soledad y bautizamos a la misma, con las aguas impuras de la lujuria. 


  Versión Libre (2015) 
Mike Davis



 Antes que la taza de café se enfrié, mi firme deseo, es que tu mirada revele lo que tu sueño dibuja y el beso duré mientras pueda. Porque he deseado tocar tu mejilla sin palpar, vivir en paralelos no existentes, para nadar en un lago del cielo donde nuestros cuerpos están cubiertos bajo una manta astral y teniendo un orgasmo no adulterado. 

 Si en vez de tener este embeleco de amorío, mejor usted y yo nos vamos a ver las luces de la ciudad a una ladera de la misma y de pasó, te beso con mis labios con sabor a vino y manos impolutas, para que me recuerdes a ese poema que no leí y esa canción que nunca canté. 

 Aunque Monserrat vería la luz, las sombras de los cuerpos que la engendrarían como esencia humana, no siguieron suscitando diálogos y se dijeron adiós tácitamente, como si un muro de espinas se plantará silenciosamente en el medio de ambas. 

Grosso modo, tardarán varios siglos dentro de un milenio para citar sus rostros en la casualidad del universo. Ellos dos al verse, parecían dos versos unísonos y la pasión menguaba de pies a cabeza. Luego, al irse cada quién por su lado, la primavera se volvió invierno y el reloj se detuvo; volviendo a las fotografías y antologías de besos, en un periódico de ayer. 

 No viví el presente, porque anduve en un sueño donde la ficción, era lo real. Y cuando hablo de lo real, me refiero a usted, con su silueta de Kahlo, sexappeal de Monroe y templanza de Penélope. 

Tocado por este suceso, evadí el eclipse que se aproximaba para no cegar mi mirada y me estacioné en la Luna, para seguir soñando que dormía en el regazo de esa ficción que para mí, es usted. Sí, a usted, la invito a que vivamos un sueño, extendamos el gozo de la vida, dejemos caer el sol para seguir soñando y montarnos en la Luna para vivir despiertos. 

Sí, a usted, a esa misma que ciegamente escucho y sordamente veo, en las sombras que se heredan con la soledad y se ven con la penumbra, al pasar el tiempo. 

Sí, a usted... antes que acabe la madrugada, quiero que ates mi cabos sueltos y exorcices cada demonio que deambula sobre nuestras sombras ermitañas, amantes a la bohemia y a las luces de la ciudad. Porque cuando la aurora llegue, solo habrá una antología de caricias que serán piezas de museo postradas en nuestra piel juvenil. 


Diatriba del joven a los amores eternos (2012)

René Magritte
...Aquella noche de enero, solo la Luna fue testigo de lo que ningún diario publicó y ningún criminal confesó. Los últimos sudores y deseos carnales que suscitaron aquellos jóvenes amantes, fue el suceso desconocido. La chispa se disipaba con el transcurrir de la madrugada y el sexo solo fue carne. Aun así, a la mañana siguiente, el café y un beso en la parada del bus, fue la última palabra que escribieron en el guion tachado y con hojas maltratadas. 

Cuando tiempo atrás, lo escribieron en la elipsis de la inmadurez y rebeldía. De aquella escritura, le faltó aparecer a Monserrat. La niña soñada. 


Éxtasis (2000) 
René Magritte



 Y fueron sus cejas, la ruta que usaron mis manos como tranvía para la devoción de querer transitar desde sus lacios cabellos y hacer parada en la estación de aquellos labios de plata inolvidables, que me harían herrero empírico de ellos y viajero no tripulado de tu paisaje femenino. Porque yo, antes de hacer una vida, de escribir un nuevo capítulo sobre rayadas páginas, prefería mejor seguir tus pasos. 


Elementos (2015) 


Vi tu mirada anárquica perdida en el horizonte, escuché en el ruido de tu ojos al parpadear, una agria melodía que suena en el alma cuando recuerda lo que ya es ceniza y convierte en añoranza el momento vivido, así como en utopía lo que no se vivió. 

Tus labios cerrados tímidamente, las palabras cortas como la vida misma y una sonrisa ahogada en un mar de dudas, delataron tu ensombrecido espíritu que está siendo prófugo de sí mismo y vive un averno incesante sin salida pronta. Vi que eres miel, vi que eres sol, vi que eres luz, pero tus demonios del amor, han roto el pacto que junto a los ángeles alguna vez pactó. 


La Llegada (2014) 
Marc Chagall


 Vengo de ese lugar donde las estrellas no se funden con la oscuridad del cosmos, ni la luna se esconde al llegar el amanecer. Vengo de ese lugar que susurra a tus oídos palabras inequívocas y versos endemoniados, donde hacen sinfonía tus labios con el paladar de los míos. Vengo de ese lugar, donde los X no penetran y las diáfanas sonrisas no pierden su brillo... Vengo de ese sitio que tiene lugar ubicación específica pero irónicamente no tiene boleto para regresar.

El escape verde



Tras un torrencial aguacero en aquel pueblo de las entrañas profundas del Urabá, donde las nubes eran hielos colgantes derritiéndose cayendo a gotas párvulas sobre el suelo fértil apto para el cultivo abundante de plátanos, tabaco, yuca, ñame u otros; llegó el día menos esperado para todos y todas.

Asediado por grupos insurgentes, cuentan los que saben porque yo no, que saliendo el sol y ocultándose la luna; hombres fuertemente alzados en armas llegaron y desplazaron, a sus habitantes que tenían al campo como oxígeno para vivir. Nadie fue ajeno a esta situación que venía sucediendo en otras partes y dejándose bajo tapete. Ni siquiera seres de 4 patas con crías amamantando febrilmente. Las amenazas con fusil y lista en mano, fueron la carta de presentación de los insurgentes. Solo una estatua de la Virgen María que estaba por la cancha del pueblo, se quedó in situ. Era el inicio de la década de los noventa, una nación con vaivenes morales, podrida por la corrupción estatal, narcotráfico e inyectada por sevicia digna de Caín. Era tierra  donde habitaba el olvido y la amnesia como virus colectivo.

En ese preciso día, a esa hora, minutos y segundos, la familia Mina se va de la tierra heredada por sus antepasados. Dedicados a las vacas, la venta de suero costeño, la cría de gallinas, el banano y cosecha de tabaco; sintieron que si no se iban, sus campesinos cadáveres serían un adorno más de la cruel guerra. Con 16 integrantes, cuatro mudas de ropas que se llevaron en bolsas cada uno, tres perros, dos gatos y un loro; marcharían a un centro urbano en busca de refugio en las periferias porque hombres que no comprendían sentido de vivir en paz con el prójimo, así lo quisieron.

Los primeros 12 se fueron minutos antes y perdieron contacto con los 4 restantes que faltaban, por marcharse. Iban en camino, por la trocha montados en las tradicionales camionetas jeep. Entre esos restantes, había un niño lánguido pero muy pilo que llevaba pocas cosas en el equipaje imprevisto; el infante llevaba puesta la camiseta de  Atlético Nacional, el "equipo de la tierrita" y escuadra a la que le faltaba pocos días para disputar el título del rentado local.


René Higuita
El niño que tenía a René Higuita como ídolo y deseaba cuando grande ser como él; no entendía porque tenía que dejar de ver a sus amigos de barrio y colegio, sólo para cumplir "caprichos" y "órdenes" de unos señores que vestían como el ejército pero no protegían a la gente como lo hacían ellos. Le alegraba que si se iba para la capital podía seguir al club de sus amores más cerca, y más aún si se mudaban cerca al Atanasio. La inocencia de un hincha menor del fútbol. En su mano llevaba el afiche que tenía como imagen a ‘El Loco’ haciendo el escorpión, el cual pensaría colocar en el cuarto que aún no tenía la certeza si tendría.

En plena trocha, los restantes de la familia Mina fueron detenidos por un retén de esos mismos hombres insurgentes, que los echaron de su pueblo. Ahora, no solo los terminarían de amenazar, también querían cazar a alguno que ellos considerarán, no “útil” para la sociedad o enemigo de la causa. A continuación, no se extrañen de lo que sucede a partir de las siguientes líneas que usted, en este preciso tiempo, lugar, y dirección del viento, va a leer.

Los 4 restantes se bajaron de la camioneta donde se movilizaban. Cedieron a mostrar sus identificaciones y el niño, en su lugar, mostró la tarjeta de identidad por ser menor de edad. Uno de los hombres al leer el documento, le comentó a su cabecilla, la particularidad que presentaba el niño. El comentario careció de palabras pero las miradas cruzadas entre ellos, hablaban por sí solas.

En un abrir y cerrar de ojos, tras leer e interrogar sobre las identidades de los 4 individuos que estaban a punto de irse a la gran ciudad, donde no tenían ni remota idea del transporte público, el ruido, el costo de la vida y la inseguridad recalcitrante; vendrían tres tiros de gracia a sus espaldas, donde cada uno le tocó una parte de los tres. Se silenciaron sus vidas y sonó la muerte de forma consonante.


Pintura. Violencia. Autor: Fernando Botero


En un baño de sangre se convirtió la trocha donde fueron ajusticiados y pretendían salir previamente. El niño, no vio nada. El hombre del jeep, que lo conducía, si lo sintió y se bajó. Los hombres armados le conversaron y el cabecilla mayor, le dijo al chofer:

- Como ve, los tres se quedarán acá, al parcerito lléveselo. Su papá seguramente lo quiere ver cuando salte a la cancha con estadio lleno. Es una fecha importante – resaltó.

El conductor asintió y el niño, sabía que no volvería a ver a los tres. Pero si vería al ‘verde’ y a su vez, al papá que no conocía, porque su mamá nunca le habló pero mucha gente le hablaría de su progenitor tiempo después. Lo que le quitó lo agrio y volvería dulce su momento convulsionado de infancia.

Atlético Nacional de Medellín quedó campeón ese año. Y su papá, fue gran estelar de aquella consagración, pero no sabía que un hijo suyo había sido desplazado por la violencia en ese mismo tiempo. Tampoco sabía que jugaba con el ídolo de su nene (Higuita) y mucho menos que su hijo estaba escuchando por radio el partido, donde mencionaban su nombre y hazañas dominicales que le dieron el título al club, al cual su hijo seguía fervorosamente desde la lejana región donde huyó para arribar a la capital en pocas horas.


Cualquier parecido con la realidad sólo hace entender que fue un punto en la cronología de nuestra historia



Publicado originalmente en el extinto sitio web Visión Periférica