Ante una constante economía informal y paralela en Colombia, el mototaxismo surgió como un medio ilegal pero legítimo para solventar la carencia de transporte
Este
portazo no maquilla un hasta luego, se va para no volver la que fue el acceso a
mi morada , construida a principios del siglo pasado y que le permitió el
ingreso a distinguidos invitados, desde vagabundos sedientos hasta generosos comerciantes
de la provincia.
Basta
con prolongar la agonía de una hoja de madera teca olivo que resistió a la
jauría de la humedad, a las lluvias voraces del trópico y al abandono de sus
distintos herederos.
Ni
el círculo cromático de Goethe podrá darle el brillo, luz, contraste y textura que
tuvo durante sus años maravillosos.
Preocupa
el futuro de sus partes y aún más, cuando en estos tiempos lo sintético absorbe
a lo natural sin darnos cuenta.
Su
picaporte dorado traído de Galicia que tenía el imán para atraer la prosperidad
a un hogar y luego se oxidó, dejó de girar desde aquella vez que el último
retoño abandonó el hogar.
La
cerradura va a tener un descanso eterno en el cementerio de la chatarra; si
tiene mejor suerte, seguirá viva en el rincón de la estantería de un herrero
noctámbulo que busca iluminar su creatividad bajo la luz de la Luna.
Los
largueros y el dintel que formaron un pórtico, y sirvieron como sitio seguro a las
personas que se resguardaban cuando ocurrían temblores, seguirán fungiendo como
protectores en otro lugar. Quizás reforzarán el techo de una vivienda en
construcción a cargo de un albañil austero.
El
reloj se detuvo para ella desde hace mucho tiempo y su inevitable destino sería
el cuarto de San Alejo. Sin embargo, decidimos que era preferible verla
separada de sus partes para que sufriera una transformación digna, y no una
muerte a manos de esa plaga infernal llamada comején.
Naces,
creces, te reproduces y mueres; una obviedad biológica repetida a lo largo de
la humanidad que a ratos parece una dictadura más social que natural. Infancia,
juventud y vejez, las tres etapas en las que se desenvuelve el ser humano
durante el suspiro de su existencia. Los sorbos de cada una dejan huellas que más
tarde mutan a nostalgia. A medida que los años llegan, las virtudes sensatas y otros temores no se acercan como la tortuga de Esopo a la meta. Las tareas que eran cotidianas
o frecuentes se hacen cada vez menos por diversos motivos y el cuerpo expresa
lo que en los mozos tiempos calló. La vejez, es la última escena antes de bajar
el telón e irse a las bambalinas del descanso eterno.
No
obstante, vale la pena interrogarse: ¿Qué es la vejez? ¿Por qué se teme?
¿Por qué otros quieren llegar a ella? ¿Cuándo usted cree que se sentirá viejo?
Las
miradas a la vejez
El
arte como vehículo de la representación humana a través de los sentidos nos
explica de múltiples formas cómo es la vejez y sus polivalentes situaciones
acompañadas de pros y contras.
Para
el sociólogo argentino José Ingenieros, en su ensayo El Hombre Mediocre, la vejez es: “cuando el cuerpo se niega a servir todas nuestras intenciones y deseos,
o cuando éstos son medidos en previsión de fracasos posibles, podemos afirmar
que ha comenzado la vejez”. Asimismo, asegura que las canas son un mensaje
triste de la naturaleza que nos advierte la proximidad del crepúsculo.
Por
otro lado, en la ficción, el escritor colombiano Fernando Vallejo en su obra literaria
El Don de la Vida afirma que las necesidades
de los viejos tienen imperativos categóricos de Immanuel Kant y por
antonomasia, ellos deben ser considerados un tesoro; aunque también asegura que
“la finalidad de la vida es un
experimento fallido en la materia”.
En
el cine, el dibujo animado Mr. Quincy Magoo nos cuenta cómo una exagerada
miopía arropada por una inmensa fortuna equivalente a su malhumor disfrazado
con una retahíla de chascarrillos, puede ser un bálsamo de alegría al momento de
llegar a la antítesis de la aurora existencial.
En
la pintura, la obra American Gothic
Farmer de Grant Wood retrata a dos viejos granjeros durante la Gran
Depresión del Siglo XX. Allí, Wood se burla
de los convencionalismos restrictivos a la vida de los habitantes rurales en el
estado de Iowa (EE.UU) y decide usar a dos hermanos no modelos para
representarlos a través de una pareja de ancianos con miradas perdidas que
desnudan su infelicidad.
Modelos para la pintura American Gothic Farmer de Grant Wood
¿Por
qué viejos y no jóvenes? Pues éstos dos plantean, según la revista Legomenon, “una mirada a las expresiones lúgubres y sin
sentido del humor en los rostros de las modelos, sugiere sus verdaderos
sentimientos sobre sus vidas y su entorno”. Ser viejo es ver de una forma
disminuida al sofoco cotidiano pero mirar con realidad aumentada a la soledad.
En
ese sentido, vale también cuestionarse: ¿usted cómo ha afrontado la vejez?; y
en caso que sea un joven como yo, preguntarse: ¿cómo me estoy proyectando para
llegar a esa inevitable etapa?
¿Cuándo
fue la última vez que conversó con alguien mayor? ¿Se ha interesado por escuchar
los relatos de su longeva vida? ¿Ha recopilado en su memoria los hitos que esa
persona repite una y otra vez creyendo que su interlocutor nunca los ha
escuchado? Sí ha hecho esas cosas, le ha dado el valor que se merece a una
persona que abandonó el afán de la rutina y ahora, aparentemente, descansa.
En los viejos se encuentran datos que no se
plasman en las enciclopedias; en los viejos se encuentra el placer de escuchar
música de vieja data acompañada de anécdotas con chasquidos de vinilo; en los
viejos se encuentra la serenidad y sabiduría que una juventud obnubilada no
halla pero que soberbiamente desecha; en los viejos se encuentra el relato de
los amores antiguos que hoy se podrían considerar una mera utopía; en los
viejos se encuentra el reflejo de lo que queremos y no queremos ser cuando
lleguemos a la escena del reposo mientras esperamos la inevitable visita de la ultimadora
que nos mandará al barrio de los acostados.
Actualmente, tengo cuatro adultos mayores en mi morada y frecuentemente les hago
ejercicios de memoria pidiéndole recordar eventos trascendentales del mundo y
cómo lo vivieron, desde El Bogotazo hasta nuestros días. Soy alguien afortunado por despertarme y despedir el día escuchando goces sabias y recorridas. Recuerden que las lagrimas solo pueden mojar el cajón y no pueden recuperar el tiempo perdido. Hagan el ejercicio con
ellos y miren los resultados, no se arrepentirán.
La
vejez, cuanto vales.
REFERENCIAS
Ingenieros, José. El Hombre Mediocre. Argentina
Vallejo, Fernando. El Don de la Vida. Colombia
Significado
gótico americano: Grant Wood Painting Interpretación y análisis
Finalizando
la década de los noventa cuando asomaban tímidamente el apocalíptico Y2K y el
correo electrónico como mensajero sin rostro, yo comenzaba a despertar el uso
de la imaginación gracias a un autor que me hizo asomar a la ventana del mundo
a través de sus cuentos: el danés Hans Christian Andersen (n.1805 – f. 1875).
René
Descartes decía que leer un libro es como conversar con las mentes más
brillantes del pasado, por tal razón es menester recalcar el papel importante
que tuvo Andersen en la literatura universal, quien a través de sus fábulas y
cuentos folclóricos buscó la reflexión y el pensamiento crítico más allá de
insulsas moralejas.
El
mencionado escritor nórdico dejó como legado a la humanidad cuentos insignes
como El Soldadito de Plomo, La Sirenita,
El Traje del Nuevo Emperador, El Patito Feo, El Ruiseñor y entre otros; los
cuales hicieron de él una pluma inmortal que supo aplicar metáforas con
vigencia sempiterna para niños y jóvenes.
En
efecto, quiero destacar la importancia del primer título señalado porque es, sin
duda, uno de las obras que ha trascendido después de haber sido publicada hace dos
siglos.
Cuando
vi el videoclip de la canción Instant Crushde Daft Punk con Julián Casablancas lanzado en el año 2013 del álbum Get Lucky, entró un aire de nostalgia a
mi mente. Era nuevamente vivir un espiral de olores, sabores y oralidad. Es
rememorar las tardes eternas, el sabor de una galleta punto rojo, el olor de la
avena caliente y la dicción fina de palabras de mi mamá a la hora de narrar el
cuento que estaba plasmado en un libro de pasta colorida y agradable aroma de
tinta, que endulzaron e hicieron inolvidables los ratos de una gran parte de mi
niñez. Fue inminente la llegada de una retrospectiva sobre ese relato donde el
juguete que personifica un soldado amputado se enamora de una bailarina pero vive
una odisea al ser arrojado por la ventana de la casa de sus dueños donde comienza
a recorrer toda una ciudad montado en un barquito de papel atravesando todo
tipo de situaciones para regresar a casa otra vez y luego tristemente incinerado
junto a ella bajo el fuego de la chimenea dejando como rastro un corazón de
plomo y una lentejuela.
Es rememorar las tardes eternas, el sabor de una galleta punto rojo, el olor de la avena caliente y la dicción fina de palabras de mi mamá a la hora de narrar el cuento que estaba plasmado en un libro de pasta colorida y agradable aroma de tinta, que endulzaron e hicieron inolvidables los ratos de una gran parte de mi niñez.
Dicho
cuento autóctono de la cultura danesa ha tenido sus referencias en la cultura
moderna, explotado por las grandes corporaciones mediáticas como Disney a tal
punto de ser un ícono de las trágicas historias de amor contemporáneas. También
ha sido inspiración para conciertos de ópera, ballet, cine (Fantasía 2000) y hasta obras de teatro
alrededor del mundo. Asimismo, sus cuentos han sido objeto de numerosos
análisis y ensayos literarios por parte de críticos académicos.
Estatua de Hans Christian Andersen en Nueva York (EE.UU). Foto: El Diario
Según
Socorro Venegas citada por Sonia Ávila en el portal Excelsior, “los relatos de
Andersen se identifican por un lenguaje “inteligente” que rechazan un lector
“tonto”; se caracterizan por tomar como referencia tradiciones populares y
narraciones mitológicas, que si bien contienen una moraleja, su objetivo a
priori no es educar, sino reflexionar sobre la condición humana” (2015).
Por
otro lado, el crítico de arte del Financial Times, Jackie Wullschlager (2001), quien escribió una biografía destinada a
revelar los nexos entre las fábulas de Andersen y su pobre vida, señala que era
bisexual, grotesco físicamente y afeminado en sus ademanes. No obstante, asegura
que el danés dio un giro el género de los cuentos para niños dándole un toque
de anarquía, dolor y humor para manifestar emociones punzantes de amores
frustrados con gran calidad artística.
“Los relatos de Andersen se identifican por un lenguaje “inteligente” que rechazan un lector <<tonto>>”
Estatua de Hans Christian Andersen en Copenhague (Dinamarca). Foto: El Diario
Grosso
modo, Hans Christian Andersen es el escritor de literatura infantil eternamente a leer si se va a incentivar la lectura como vehículo transgresor de la lógica y aguja para coser
nuevas inspiraciones para la ficción. Es un autor que seguirá perdurable por el
resto de nuestros días y sus obras seguirán siendo chivo expiatorio para nuevos
hallazgos académicos.
El
legendario autor cuenta con una gran reputación en su tierra natal, al punto de
tener estatuas en el cementerio donde fue enterrado en Copenhague (Dinamarca) y otra en un parque
en Nueva York (EE.UU). Así como el premio que lleva su nombre para exaltar a los escritores
más destacados de literatura infantil. Este palmarés ha sido conseguido por escritoras como la
británica J.K. Rowling y la chilena Isabel Allende. Por tal razón, el 2 de abril
de cada año se celebra en el mundo el Día Internacional del Libro Infantil en
honor a su natalicio y su destacada carrera literaria.
Bien
decía el danés: “La historia de mi vida
será el mejor comentario de mi obra”.
Gracias por tanto, Hans.
REFERENCIAS
Revista
Arcadia. Isabel Allende recibe el premio
Hans Christian Andersen de literatura. Junio, 2011. https://www.revistaarcadia.com/libros/articulo/isabel-allende-recibe-premio-hans-christian-andersen-literatura/25510
Revista
Nexos. Hans Christian Andersen: Una vida
para adultos. Julio, 2001. https://www.nexos.com.mx/?p=10033
El
Excelsior. Agosto, 2015. Hans Christian
Andersen y el respeto al lector infantil. http://www.excelsior.com.mx/expresiones/2015/08/04/1038296