Las audiencias de hoy y del futuro:¿avanzadas?

Niños viendo programas de televisión
El concepto de audiencia en la sociedad está construido por el discurso social y académico para designar el público que supuestamente interactúa con un medio de comunicación, ya sea cine, televisión, radio, etc. el cual es, a su vez, constructor de las diferentes tipologías de audiencias que dependen de ciertas variables tanto sociológicas como psicológicas del individuo "participativo" de dicha audiencia: edad, sexo, nivel socioeconómico, hábitos individuales, horarios, aficiones, signos de identidad, rol social, etc.
En el nuevo ecosistema comunicativo, los sentidos de la televisión (tanto de los textos como de las tecnologías) deben entenderse como propiedades emergentes de prácticas contextualizadas de la audiencia. El uso de la televisión no puede separarse del uso que se da a otras tecnologías. Para comprender el lugar que ocupa la televisión tanto en la sociedad como en el hogar es imprescindible considerar el contexto socio -  técnico que le trazan el mercado, la tecnología y la cultura.

Las audiencias de hoy y del futuro.
Las audiencias de hoy y del futuro se pueden conceptuar en muchos criterios. Como acertadamente ha señalado Jesús Martín Barbero, aún cuando para algunos investigadores ha sido “especialmente polémico”, e incluso “desgastado”, el estudio de los procesos de Recepción constituyó un ámbito fuertemente revelador de los cambios más trascendentes de la investigación de la comunicación a finales del siglo pasado cada uno es semejante a la televisión que vea.
David Morley
Otros como David Morley señalan su interés por ofrecer una re - conceptualización de las audiencias mediáticas, a partir de un enfoque interdisciplinario que considere las perspectivas sociológica, sociolingüística y antropológica, entre otras. Por último, declara que en cuanto a la Televisión, su interés reside en el análisis de los significados de la televisión para los diferentes públicos en diferentes contextos socioculturales y económicos. Es importante para Morley aclarar el modo, no mecánico o simplista, en que los factores sociales de la audiencia intervienen en el proceso de comunicación. Tales factores como la edad, el sexo, la clase o la raza, se articulan con la comunicación solo si son enunciados en el nivel de los signos, discursos, sistemas de sentido o códigos según los cuales los miembros de una clase dada comprenden sus experiencias.
Al analizar las conexiones entre la recepción y los diferentes aspectos culturales de los
Receptores, Morley sin embargo concluye que ningún factor que se refiera a una única categoría como la raza, la clase o el género, agota nunca la identidad social de un sujeto.


Podemos decir que las audiencias que hoy conocemos no serán igual a las audiencias futuristas, puesto que habrá un avance más vertiginoso de la tecnología y ciencia, por consecuencia, la televisión irá de la mano con estas. La interacción como medio participativo entre el televidente y la pantalla será cada vez mayor. Esto se debe al surgimiento del periodismo participativo, en el cual el televidente pasa a tener el roll de periodista.
Sabemos que las audiencias se clasifican en potenciales, real, target, cuota de pantalla o share. Pero tendremos que redefinirlas, cambiarles el estilo y por supuesto como es su influencia.
La audiencia potencial forma parte de ella todo individuo que sea capacitado de ver un programa de televisión.
Mientras que la audiencia real se basa en el número de personas que siguen un programa. Fuera de la pantalla chica, las audiencias siguen un programa enlazando con el internet y las redes sociales.
Pay Per View
El target se corresponde con la audiencia de un tipo de programa o por el perfil del espectador buscado por éste. El Pay per view ha innovado la manera de ver la televisión, el target actualmente se está redefiniendo.
Surge el reparto de las audiencias reales entre todos los canales expresado en porcentajes. Esto se le denomina Share.
El sistema se basa principalmente en información recolectada de unos medidores instalados en los televisores, y entonces combina esa información con grandes bases de datos del programa que aparece en cada estación de televisión. A esto se le atribuye como audiencia de referencia.  Esto a futuro, estará dependiendo del internet.
Comportamiento futuro de la audiencia.
El comportamiento de la audiencia está condicionado por el medio. En el caso del cine nos encontramos con un espectador selectivo, ya que la elección que lleva a cabo implica un desembolso económico, un desplazamiento y el abanico de programación está más restringido que el televisivo. Por tanto, las audiencias del futuro También influyen factores ajenos al espectador, como el aforo de la sala, horarios, fechas de exhibición, etc.
Sin embargo, las audiencias actuales tienen un comportamiento más crítico y a la vez afectivo con el programa visto. Luego de una emisión, las críticas y planteamientos hoy en día se toman mucho en cuenta para la mayoría de productores y directores de un programa o show, puesto que el televidente ha consolidado un nivel más alto de prioridad, que en épocas anteriores. Como dicen por ahí “el cliente siempre tiene y tendrá la razón”.
Teoría audiencia activa
El concepto de audiencia activa aparece alrededor de 1970 criticando entre otras la teoría hipodérmica (el emisor de la información tiene un efecto sobre el destinatario, sin que éste se dé cuenta).
Santo Tómas de Aquino
Por lo tanto, supone cambios en el ente receptor de la actividad comunicativa. Aporta un paradigma nuevo que cuestiona el del paradigma lineal-causal de la comunicación: fuente-emisor-estímulo-receptor-efecto hacia una explicación más completa en el que la comunicación se analiza y reinterpreta de manera subjetiva por parte del receptor del mensaje. El sujeto selecciona con placer la interpretación que mejor se le acomoda y no responde a los medios con el simple modelo 'estímulo-respuesta' sino que reconstruye la información que recibe del emisor. Es importante señalar que la decodificación (y reconstrucción) la hace en base a una interpretación simbólica, coherente con su identidad personal y sus subjetividades (edad, raza, sexo, clase social, ego, experiencia pasada), y de acuerdo a la identidad colectiva y al contexto social donde se halla. Es por esto que podemos recordar el axioma escolástico de Santo Tomás de Aquino, basándose en Aristóteles Quidquid recipitur ad modum recipientis recipitur (lo que se recibe, se recibe según el modo del que lo recibe).
Tomando en cuenta la heterogeneidad de las audiencias televisivas, la nueva tendencia de las cadenas consiste en estratificar al público para atraer a las minorías a unos programas especializados, como ya se dio el caso en la industria periodística, cinematográfica y musical.
En la actualidad existen una serie de estrategias de captación de audiencias en la televisión.
Método de encuestas
Audimetros
El sistema que siguen algunas compañías para obtener índices de audiencia consiste en instalar audímetros, dispositivos electrónicos que guardan registro del tiempo de sintonización de una u otra emisora, en distintos hogares de determinado territorio. Este sistema facilita unas estimaciones precisas a nivel nacional y regional. El inconveniente más grave de los sistemas electrónicos de medida, es conseguir obtener la audiencia de las emisoras locales.
Constantemente todo el mundo se ha preguntado alguna vez como pueden saber las televisiones con tanta certeza las audiencias que tienen los programas de televisión. Parece algo sencillo para los que controlan este volumen de espectadores a un programa en concreto y descubrir el “share” que tienen sobre otros programas que se están emitiendo a la misma hora. Lo cierto es que existen varios métodos para hacer esta valoración, pero hablaremos de la más popular y la que más se utiliza en varios países, y la que parece ser la más fiable a la hora de acertar con las cifras. Dicho en otras palabras, veremos cómo se calculan las estadísticas por porcentaje -  la misma técnica que se utiliza en muchos sitios para calcular el número de posibles votos en unas elecciones.

Esta técnica consiste en crear una “audiencia de referencia”, y luego verificar cuantas personas de esa audiencia ve cada uno de los programas que hay en televisión. Entonces se debe extrapolar las cifras conseguidas y estima el número de televidentes en la total población viendo un programa. Esto es una manera simple de explicar lo que es un proceso complicado y extenso.

Para saber quién está viendo televisión y qué es lo que están viendo, la compañía que hace los estudios, puede un número determinado de personas, que puede depender del número de espectadores que calculen que ven la televisión, para que se comprometan ser el grupo de referencia para hacer el estudio. La cantidad de espectadores con respecto al grupo de referencia ya vienen dados en una tabla basada en estudios previos. Por tanto, la clave es que el grupo elegido sea representativo. Entonces, las casas, los programas y la gente son medidos en una variedad de maneras.
Para saber lo que está viendo la gente, los medidores son instalados en las televisiones de las personas del grupo de referencia, y hace un seguimiento cuando el televisor está encendido y analiza los canales que se ponen. Una especie de “caja negra”, que es simplemente un módem y un ordenador, recolecta y envía toda esta información a la central de la compañía que hace el estudio todas las noches. A continuación, monitorizando qué hay en la televisión en un momento dado, la compañía es capaz de saber cuánta gente ve un programa determinado.

Unas pequeñas cajas puestas cerca de los equipos de medición del televisor, miden cuantas personas están viendo la televisión en cada casa, dando un mando a cada uno de los miembros de la casa, y estos deben pulsar un botón cada vez que comienzan o acaban de ver un programa. Esta información también es enviada todas las noches. Muchas televisiones del mundo basan sus estadísticas en esta técnica de medida. Para asegurar unos resultados lo más precisos posibles, la compañía usa auditorias y tests de calidad, y los compara regularmente con diferentes métodos de medida.

Con esto concluimos que las audiencias tendrán una visión prospectiva muy avanzada. Hacer televisión en el futuro contará como factor común la interacción entre el televidente y la pantalla. Donde nuevamente la pantalla chica será el ‘oráculo mecánico’ de la sociedad. Con el tiempo las personas pagarán sus deudas por medio de la televisión. Suena irónico, pero será así.  Se enterarán de la actualidad por medio de la prensa digital. Por eso tenemos que pensar en cómo mejorar la televisión actual, para tener una mejor visión de está a futuro.