Los extraños casos de Moore y Fadiga



El ex capitán de la Selección de Inglaterra Robert ‘Bobby’ Moore y el ex mediocampista de la Selección de Senegal Khalilou Fadiga estuvieron a punto de perderse de sus citas mundialistas de México 70 y Corea-Japón 2002 respectivamente, por culpa de un denominador común: el robo de una joya. Aquí las historias:

Las duras horas de Bobby Moore en Colombia


Aeropuerto El Dorado, Bogotá. 26 de mayo de 1970.

A vísperas de la Copa Mundial de Fútbol que se celebraría en México, causó revuelo internacional la noticia sobre una detención de la Policía Nacional de Colombia – ordenada por un juez penal – contra el futbolista inglés y campeón del mundo en el 66’, ‘Bobby’ Moore, por estar supuestamente involucrado en el robo de un brazalete de oro y esmeraldas avaluado en 1.500 dólares (26 mil pesos colombianos) en una joyería ubicada en el Hotel Tequendama de Bogotá. Cabe recordar que Moore y sus compañeros de la Selección de Inglaterra jugaron un partido de preparación contra Colombia días atrás y nuevamente regresarían a tierras cafeteras para hacer escala en la capital del país tras jugar un partido amistoso en Ecuador.

La captura se produjo luego que un vendedor llamado Álvaro Suárez, quien estaba cerca al local Fuego Verde donde se perpetúo el robo el 18 de mayo de ese año, afirmó que Moore aprovechó el descuido de los vendedores del sitio mientras éstos atendían a otros miembros de la delegación británica que se encontraba hospedada en ese hotel. Mientras sus compañeros viajaron a México, el defensor inglés fue trasladado al juzgado acompañado por el embajador británico Tom Rogers y un abogado local contratado por la mencionada casa diplomática para defenderlo. Durante su estadía para defenderse, Bobby se quedó en la casa de Alfonso Senior - reconocido dirigente deportivo colombiano- y para no perder ritmo entrenaba en la sede deportiva de Millonarios junto a jóvenes de las inferiores del equipo albiazul.

Robert 'Bobby' Moore jugando con la selección inglesa. Foto: Daily Star.

Desde Gran Bretaña, los principales medios de comunicación como Daily Express acusaban a los colombianos de haber cometido un “autorrobo” y defendían la inocencia del “Caballero del Fútbol”. La esposa de Moore, resaltaba que su cónyuge devengaba un salario más alto que el valor de la joya y por eso tal acusación era “ridícula”. Aficionados ingleses se acercaron a la sede diplomática de Colombia en Londres para rechazar este “acto difamatorio” contra la estrella británica y hasta se ofrecieron como “canjes”; mientras que algunos aficionados colombianos expresaron que ellos pagarían el valor de la joya con tal que el icónico defensor no se perdiera la cita orbital. 


El asunto se tornó de claro a oscuro, al punto que las relaciones diplomáticas entre los dos países se complicaron y se necesitó la intervención del primer ministro británico Harold Wilson. Tres días después, el zaguero inglés fue liberado gracias a una orden del procurador. La acusación que se hizo en mi contra no tenía fundamentos. Tengo mi conciencia tranquila, y eso me basta, señaló Moore a la prensa colombiana minutos antes de abordar un vuelo que lo llevaría a tierras aztecas para defender el título. Cabe señalar que una vez superado el incidente político-deportivo, quien terminó por llevar la peor parte fue Clara Padilla, una de las vendedoras que acusó al futbolista inglés. Renunció a su trabajo tras recibir una catarata de cartas anónimas insultándola y amenazándola de muerte desde suelo británico.

El defensor  inglés arribaría a Ciudad de México para reencontrarse con sus compañeros. Llegó con tres kilos menos y mal entrenado. A 72 horas del partido debut contra Rumania, se puso a disposición del técnico Alf Ramsey. Ganó el onceno inglés 1-0 con gol de Geofrey Hurst. Inglaterra luego perdería 1-0 ante Brasil y volvería ganar 1-0 ante Checoslovaquia. Quedaría eliminada en Cuartos de Final ante Alemania (2-3). Éste sería el último campeonato mundial que disputaría Moore, quien tuvo acompañamiento psiquiátrico para superar el incidente en suelo colombiano. Brasil bajo el liderazgo de un tal Pelé conseguiría el tercer título.

¿La curiosidad premió al león de Teranga? El caso de Khalilou Madiga en Corea


Daegu, Corea del Sur. 27 de mayo de 2002

Por una gargantilla de oro avaluada en 250 dólares, el mediocampista senegalés Khalilou Madiga estuvo a punto de ir preso y perderse la Copa Mundial de FútbolCorea-Japón 2002. Tenían que pasar 32 años exactamente para que el caso Moore se volviera a repetir en tierras asiáticas, donde se jugaría por primera vez la máxima cita del deporte rey. Sin embargo, el mediocampista africano tendría una suerte distinta a la que desgraciadamente tuvo el inglés. Los futbolistas senegaleses – onceno que debutaba por primera vez en la cita mundialista - habían visitado una joyería días previos al partido inaugural ante Francia, durante un paseo por el centro de la ciudad de Daegu. Días después de aquella visita, el propietario de la joyería reportó la pérdida de un objeto de cuantioso valor tras revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad del local y encontrar pruebas suficientes para hacer la denuncia respectiva contra el mediocampista que militaba por ese entonces en el Brujas de Bélgica.

El mediocampista Khalilou Fadiga (izquierda) en Corea-Japón 2002. Foto: Getty Images

Fadiga fue capturado por autoridades surcoreanas y luego sería liberado tras allanarse a los cargos. “Lo hice sólo por curiosidad”, señaló el volante extremo de Senegal ante la prensa internacional que lo abordó. Dirigentes de Los Leones de la Teranga encabeza de su presidente El Hadj Malick Sy quisieron minimizar el acto criminal. El jefe de la delegación deportiva afirmó que “se trató de una apuesta entre los jugadores”.


La Fiscalía de Daegu retiró los cargos contra Fadiga para que pudiese disputar el torneo, asimismo el comerciante que lo denunció le envió un cerdo bañado en oro que el futbolista africano utilizaría como amuleto de la suerte. Y curiosamente éste le serviría, pues el futbolista pudo estar en el onceno titular que derrotó a Francia 0-1 en el partido inaugural del campeonato. También sería titular en los empates ante Suiza (1-1) y Uruguay (3-3) donde anotaría gol de penal. En Octavos de Final, Senegal enfrentaría a Suecia para eliminarla con marcador 2-1 a favor. En Cuartos de Final, caería ante la sorprendente Turquía (0-1). Brasil, se coronaría como pentacampeona del mundo.

Retirado del profesionalismo, Fadiga reconoció a un medio senegalés que en el vestuario de Los Leones de la Teranga, los rifirrafes y tropezones personales se resolvían en el vestuario “con puños”. ¿Le habrán aplicado la danza de nudillos por el crimen sin castigo que cometió? Siempre será una incógnita.

Lo cierto es que estas dos historias similares representan dos orillas: la fuerza intrínseca de la política en el deporte y la condescendencia a hechos punibles. Dos hechos que quedaron para los románticos del fútbol que se preparan cada cuatro años para jactarse del cóctel visual de las banderas que disputan el reconocimiento y la gloria tras una pelota. 


Referencias

Revista Semana. El Hombre del Brazalete. 3 de marzo 1993.  http://www.semana.com/gente/articulo/el-hombre-del-brazalete/19495-3

Historias insólitas de los Mundiales de Fútbol. Luciano Wernicke. Editorial Planeta. 2010.

Transfer Market. Perfil de Khalilou Fadiga. https://www.transfermarkt.es/khalilou-fadiga/profil/spieler/3887